LARRABETZU

PATRIMONIO MONUMENTAL

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Templo reconstruido por el arquitecto Ventura Rodríguez entre los años 1777 y 1784, reemplazando a la anterior iglesia del s. XV. En su interior se guarda un cuadro de calidad artística excepcional, “El martirio de Santa Lucía” (1784) de Luis Paret y Alcázar, uno de los mejores pintores españoles del s. XVIII.
Palacio Anguleri (1629). El edificio destaca dentro de la arquitectura residencial de la comarca por su mezcla de influencias entre el modelo rural y las residencias palaciegas.
Palacio de Icaza: destacan las pinturas murales del segundo piso de estilo rococó en toda su superficie, que representan escenas de campo y montería.
Conjunto de Goikolexea: destaca el importante conjunto arquitectónico existente: iglesia, mesa de la Anteiglesia, cementerio, casa cural, palacio, tabernas, caseríos, crucero y escuelas.
Iglesia Juradera de San Emeterio y San Celedonio. Históricamente ligada al Camino de Santiago, también constituía una de las paradas obligatorias de la Ruta Juradera siendo el segundo lugar donde el Señor de Bizkaia hacía su juramento. Debió construirse en época románica, como indican algunas lápidas del s. XII halladas en el pavimento del pórtico. El templo actual es gótico, edificado hacia el año 1500. Su retablo hispanoflamenco (s. XVI) es una bellísima obra de filigrana escultórica y uno de los más monumentales de Bizkaia. También hay que destacar sus pinturas murales pertenecientes al gótico tardío, las primeras que aparecen en Bizkaia.
Otros elementos patrimoniales de gran interés: Casa Cural, edificio popular en estilo neoclásico, el Palacio Iruretagoiena de similar época y un soberbio Crucero manierista de 1574.
Palacio Oloste destaca su escalinata de piedra, sostenida por columnas jónicas y, sobre todo, la curiosa secuencia de retratos en relieve que adorna la fachada. Los rostros representan sucesivamente a una dama, un juglar, una mujer mayor, un varón barbudo con un arcabuz al hombro y un caballero vestido con el característico sombrero cortesano que se utilizaba en tiempos de Felipe III (1598-1621). En ninguna otra mansión vizcaína puede encontrase una galería de retratos de sus dueños tan interesante como esta.